dimarts, 29 d’octubre del 2013

Libertad incierta

Cuando el sol al paisaje ilumina
y la luna aún no sale en su noche,
la antigua chimenea de la vieja casa respira
y en el camino las nubes siembran gotas de agua.

Una gota se refleja en mi cara,
i una estrella fria desciende
mejillas abajo, hasta unirse en los labios
de mi rostro, la sal mas dulce...
donde el llorar era incierto,
llorar de alegria o de tristeza.

La carta me dice que aún me quiere,
pero que cuando mas lejos de mi
mas cerca de ella yo estaba:

Y emprendia el camino de la libertad perdida
hasta llegar allí donde de mi nada quedaba.