dijous, 7 d’agost del 2014

La musa y el poeta

Esperaba ese momento, supongo que la inspiración pedia su presencia...esa chica con la luz en el rostro, con su simple elegancia...
El dia que ella le dijó que no soportaba los tacones el supo que era ella!!...tiene que ser ella!!, y el momento se acercaba...
Eligieron el estanque, un sitio tranquilo donde podrian por fin dar imagen a lo que imaginaron...las voces ya se cruzaron, las risas también, las confesiones iban llegando, así como los miedos de confiar sin más se iban marchando en el tren del pasado...era presente y era el dia!
El estanque, como tantas veces a esa hora, entregaba un efecto espejo, y el color de su alrededor ofrecia un bonito cuadro de verano...
Aún se escuchaban a los ultimos bañistas allí mismo, en el lugar habilitado para los que no podian ir lejos a buscar la sal del mar...
Ella apareció tal cual, tan especialmente senzilla , justo como él la imaginaba, se miraron timidamente, como dos desconocidos que hace ya mucho que se conocen y rompieron el hielo en el momento que se dieron cuenta de que sentian verguenza...
Ella se creia una persona normal, pero sin la luz del estanque el ya vió  antes en ella eso que sale de dentro de los que solo lo poseen, su luz!!...luego, la vida, hace que uno no saque todo lo que tiene dentro, pero mirando a los ojos de la gente, nadie puede equivocarse en el potencial interno de cada uno, es como la prueba del algódon, pero sin anuncio, es como quien descubre en el otro cosas que ni el otro sabe...él ya creia en ella, y el era pura intuición...cerrando el celebro y abriendo las sensaciones descubria los tesoros con ansias, pero con serenidad...
Hablaron de sus cosas, de las que ya habian hablado, ahora ya acompañados de sus rostros y sus gestos...a cada gesto él la miraba con más ilusión...ella seguia tímida, pero reconocia la ilusión de su amigo, no tenia miedo, sabia que delante estaba un hombre que la respetaba, aunque le dijese mil palabras bonitas...
Se sentaron frente al agua calmada, y mientras la miraban se iban calmando con ella, apagando los nervios iniciales, ralajando ya su amistad y empezaron a descifrar sus vidas...
Hacia años que él buscaba un instante como ese, alguién con quien soñar pero sin necesidad de despertar, alguién que su prudencia hiciera despertar aún mas sueños, pero alguien con quien confiar desde la nada, desde las palabras, desde seguramente lo más importante que les unia: la bondad...
Las horas pasaban y la noche llegaba entre palabra y palabra, entre sonrisa y sonrisa, llego antes la confianza absoluta que la noche, pero llegó, sin con eso conseguir que les hiciera recordar que deberian ir a cenar, o a dormir..ellos se quedaron allí...por momentos la comodidad era tal que ni siquiera el silencio conseguia incomodarlos, y en uno de esos silencios se dieron la mano...como siempre, sin más, solo el tacto para llegar juntos a otro sentido, para ir rompiendo las normas a patadas, solo con la fluidez daban pasos agigantados...
Pero él cambio en su mirar, de repente vio en ella a la mujer, no a esa persona encantadora que se sentaba con sus gestos femeninos pero que en él sólo encontraba un amigo, especial si, pero sólo amigo...
Despertó de golpe... igual cuando despertó era negra noche ya, los ojos de su musa ya no solo desprendian intensidad, los ojos con el reflejo del agua se incrustaron en la esencia de él, entonces se asustó, porqué ya no podia mostrarle solo lo que le habia prometido...de repente se enamoró de esa imagen, puede que su septimo o octavo sentido, el artístico, viera en esa imagen la gran obra maestra de su vida...pero no estaba asustado de él mismo, temia que ella confundiera la mirada...
Ella se dió cuenta, aunque seguia confiando en ese hombre, pero tenia miedo de confundirle, aunque ya nada podia confundirle, el estaba absolutamente absorvido de esa luz, esa que ya dominaba toda la belleza que la naturaleza les entregaba...era su musa! su inspiración y en ese mismo instante decidió que lo seria para siempre...
Le pidió un deseo, sólo uno: abrazarla...ya no tenia palabras para describir lo que sentia en ese momento, ella volvió a su timidez, el no volvia al estanque ni a la noche, solo estaba admirando esa luz, y se fundieron en un abrazo intenso, un abrazo de emociones, donde una a una, él le iba entregando todas las sensaciones que sentia...
La musa y su poeta estaban allí escribiendo un bonito cuento, un cuento sin perdices pero con algo mucho mas profundo...
El poeta llevaba toda la vida esperando su gran amor y su gran amor era ella, la musa que hiciera despertar las emociones sin necesidad de fundir los dos cuerpos en uno, solo las esencias, solo las miradas, solo el cariño profundo que ya les unia...
Crees en mi?- le preguntó a su musa después del intenso abrazo...
Si- dijo ella sin esconder aún su timidez...
Entonces el le prometió solo una cosa, no era propenso a prometer, era demasiado volatil para cumplir con las promesas, le dijo casi susurrando en la oscuridad del cielo y la claridad de la luna reflejada en el agua :
- Te prometo que te llenaré la vida de palabras bonitas, que cada dia tendrás de mi algo que te recuerde lo especial que eres, te prometo el amor mas grande, el que nunca se destruye, el que no existe en este mundo pero está en el universo...solo te puedo prometer eso, que te querré...
Ella lloró porqué por primera vez no le pedian nada a cambio y él lloró porqué por fin no esperaba nada a cambio, y la realidad fue que lo tuvieron todo para siempre...
Habia aparecido por sorpresa en un lugar donde ver brillar a una persona aún és más dificil, en nada confió en ella, en nada y sin saber porqué su imaginación la dibujaba, y en nada le quiso entregar todo, y todo no era mucho aparentemente, sin anillos, sin papeles, nada se hacia visible en los ojos de los demás..., sólo ellos sabrian que significa todo...y aquel dia, justo el primero que se conocieron, la luna, el estanque, la musa y el poeta guardaron su secreto para siempre.